Con la llegada de los boletines con las calificaciones que miden el rendimiento escolar, padres e hijos se enfrentan a un duro momento. Para algunos es el momento de recoger los frutos de un buen trabajo y para otros es el momento de la decepción teñida de fracaso. A menudo, el resultado no acompaña al esfuerzo. Para estos últimos, es el momento de plantearse muchas preguntas para las que difícilmente se encuentra respuesta; ¿Qué hago? ¿Le castigo?
Lo primero y más importante es mantener la calma. No es fácil mantener la serenidad ante esta situación, pero si realmente queremos ayudar a nuestros hijos, debemos plantearnos otras estrategias: ¿Qué ha fallado? ¿Por qué no se ha valorado su esfuerzo? ¿No está motivado para estudiar? ¿Qué puedo hacer para mejorar su rendimiento escolar?
El rendimiento escolar no siempre está relacionado con la falta de interés y de esfuerzo
¿No se han planteado que el fracaso escolar de algunos alumnos, no se produce por la falta de interés y esfuerzo? Como padres ¿no han reflexionado sobre las deficiencias del sistema educativo? ¿No se han planteado si el sistema educativo de su hijo es excesivamente autoritario o en exceso permisivo?
A lo mejor no vamos desencaminados si pensamos que mi hijo es víctima de un sistema educativo mal diseñado, obsoleto, poco flexible, masificado y completamente incapaz de mantener a los alumnos entusiasmados con su propio aprendizaje.
Llegados a este punto, debemos pararnos a analizar el sistema educativo español. Un sistema con carencias que nos lleva a ocupar año tras año los últimos puestos del informe PISA. ¿Puede ser que el fallo no esté en mi hijo? ¿Es este sistema el adecuado para su forma de aprendizaje? ¿Su perfil académico? ¿Sus necesidades?
En España se sigue priorizando la retención de conocimientos sobre el pensamiento crítico, y la memorización por encima del raciocinio. La alta tasa de bajo rendimiento escolar y de paro juvenil demuestran que este no es el camino adecuado.
Lo peor de todo es que durante años, nos hemos dedicado a mirarnos el ombligo evitando cualquier autocrítica y dirigiendo dardos envenenados sobre otros sistema académicos en el extranjero.
El tiempo y los datos comparativos nos han quitado la razón. En efecto en España el intentar evitar el fracaso escolar a través del sistema educativo, lleva años intentando implantarse mediante diferentes reformas pero sin demasiado éxito. Por el contrario en el plano internacional hay países que han conseguido implantar un sistema educativo que, con mayor o menor éxito, minimiza el fracaso escolar.
Ventajas de los sistemas académicos en el extranjero
Los diez puntos clave de los sistemas académicos extranjeros son los siguientes:
- Ofrecen una alta calidad educativa.
- Países como USA, UK, Canadá, Irlanda, Francia o Alemania han diseñado pedagogías alternativas donde la personalización y la atención a las necesidades individuales son la base de su educación.
- Se apuesta por la creatividad, el pensamiento crítico, los debates, la educación emocional, la curiosidad, la pasión hacia el saber y la confianza en sí mismos.
- La opinión de los alumnos y su forma de pensar es escuchada y valorada.
- Desarrollo de una mentalidad internacional en los alumnos, para lo que es necesario que primero comprendan y valoren su propia identidad cultural y nacional.
- Fomentan la actitud positiva ante el aprendizaje, trabajo en equipo y participación personal.
- Porque es una inversión para el futuro de los alumnos. Hará que su curriculum sobresalga del resto y le permita alcanzar más fácilmente sus metas profesionales.
- Métodos educativos más prácticos e innovadores.
- Favorece la formación personal. A los alumnos les aportará madurez, independencia, autoconfianza, nuevos amigos, y desenvolverse en un entorno diferente al suyo.
- Te dará la oportunidad de aprender otro idioma y enriquecerte en contacto con otras culturas y formas de pensar.
Son muchas las alternativas que se nos presentan y que pueden salvar a nuestros hijos de un fracaso escolar. Es nuestro deber, como padres, seguir buscando las opciones educativas más adecuadas al perfil de nuestro hijo dentro y fuera de nuestras fronteras.
No olvidemos que la educación es un proceso de maduración personal que debemos guiar y que marcará el futuro de nuestros hijos.
Un boletín con suspensos es tan sólo una batalla perdida. Esta guerra aún merece una victoria.
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ASTEX
Departamento de Curso Escolar